El 20 de agosto de 2000, alrededor de las 06:10 horas, la banda terrorista ETA asesina en la localidad oscense de Sallent de Gállego a los Guardias Civiles Irene Fernández Perera y José Ángel de Jesús Encinas, de 32 y 22 años, respectivamente, con una bomba-lapa con 10 kilogramos de explosivo en el vehículo oficial en el que se disponían a comenzar su servicio.
La explosión causó gravísimos daños al coche patrulla. La Guardia Civil Irene Fernández falleció en el acto y José Ángel de Jesús murió en la ambulancia cuando era trasladado al Hospital de Huesca. Ambos fueron reconocidos a título póstumo con la Cruz de Oro al Mérito de la Guardia Civil.
Natural de Las Agüeras (Asturias), Irene Fernández ingresó en el Cuerpo en 1995 y llevaba tres años destinada en Sallent de Gállego. Fue la primera mujer Guardia Civil en ser asesinada por la banda terrorista.
El 12 de octubre de 2000 se inauguró en Gijón la calle Irene Fernández Perera en su memoria.