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Entrega de despachos en la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn

El Informe Anual de 2024 refleja una caída del 8,5 % en aspirantes a oficiales y una ratio de solo 3,5 candidatos por plaza, la más baja en más de una década, pese al incremento de la oferta

El último Informe Anual del Observatorio de la Vida Militar (OVM), referido al año 2024, ha encendido las alarmas sobre la evolución del reclutamiento y acceso a la carrera militar en España. Según los datos publicados por este órgano asesor de las Cortes Generales, las solicitudes para ingresar en las Fuerzas Armadas, especialmente en las escalas de oficiales, han experimentado un retroceso significativo, lo que compromete la capacidad de selección y renovación de personal en el futuro inmediato.

En su análisis sobre el proceso de acceso a la carrera militar, el OVM subraya que las solicitudes registradas en 2024 para ingreso directo en las escalas de oficiales de todos los cuerpos y escalas se redujeron un 8,5 % respecto al año anterior, pasando de 3.269 a 2.993 candidaturas. La ratio global de aspirantes por plaza descendió de 4,59 a 3,55, un dato que, según el informe, “resulta preocupante no solo por el menor número de aspirantes, sino también por la peor selección que se puede realizar entre ellos”.

El Observatorio recuerda que en 2021 esa ratio era de 6,25 candidatos por plaza, y que hace apenas una década se situaba en cifras muy superiores, llegando a rondar los 28 aspirantes por puesto en 2013. En términos comparativos, el documento advierte de que esta tendencia descendente, que parecía haberse estabilizado en 2021 y 2022, se ha recrudecido en el último ejercicio analizado.

El OVM, integrado por expertos y representantes de las Cortes Generales, tiene como función analizar la situación profesional, social y laboral de los militares españoles y elevar recomendaciones al Parlamento y al Ministerio de Defensa. Su informe anual, remitido a las Mesas del Congreso y del Senado, se ha consolidado como una de las radiografías más completas sobre el estado de las Fuerzas Armadas, sus recursos humanos y las condiciones de vida de sus miembros.

Más plazas, menos aspirantes

La paradoja que señala el informe de 2024 es que el descenso de solicitudes se ha producido pese al aumento notable de la oferta de plazas. En el conjunto de las Fuerzas Armadas, el número de vacantes ofertadas ascendió a 8.062, un 18 % más que en 2023 (cuando fueron 6.826). Sin embargo, el número de solicitudes no creció de forma proporcional, pasando de 29.638 a 33.777, lo que redujo la relación de aspirantes por plaza de 4,30 a 4,20.  "Ni siquiera la mitad que, en 2022, cuando esa relación era de 8,60. Si bien, ese año la oferta fue sensiblemente inferior a la habitual (solo 4300 plazas ofertadas)", explica el documento de cerca de 500 páginas.

El Observatorio explica que la caída no puede atribuirse únicamente a un ciclo coyuntural, sino a una pérdida sostenida de atractivo de la carrera militar entre los jóvenes. En 2022, la ratio era todavía de 8,6, aunque aquel año la oferta fue sensiblemente inferior, con apenas 4.300 plazas disponibles. Desde entonces, pese al incremento de oportunidades de acceso, la demanda no ha acompañado.

El informe advierte de que “alcanzado 2024, la proporción de candidatos señala una tendencia muy preocupante”, y alerta de que la merma de aspirantes limita la posibilidad de seleccionar a los más capacitados, afectando directamente a la calidad de los futuros cuadros de mando y a la competitividad de las Fuerzas Armadas en su conjunto.

Causas del descenso

El Observatorio de la Vida Militar no se limita a constatar la tendencia, sino que plantea algunas de las causas posibles. Entre ellas, menciona el “cambio de expectativas profesionales entre los jóvenes”, la competencia de otras salidas laborales más estables y mejor remuneradas, y la percepción de que la carrera militar ofrece menos oportunidades de progresión o conciliación que otros sectores.

A ello se suman factores demográficos y sociales, como la reducción del número de jóvenes en edad de ingreso y la dificultad para atraer talento cualificado en áreas técnicas, donde el sector privado ofrece condiciones más ventajosas. El informe también apunta a la complejidad de los procesos selectivos y a la necesidad de reforzar la orientación vocacional y la comunicación institucional sobre las oportunidades reales que ofrece la vida militar.

Impacto en la selección y formación

La caída en la ratio de aspirantes por plaza tiene, según el OVM, un impacto directo sobre la calidad de la selección. Con menos candidatos, la capacidad de discriminar entre perfiles más o menos idóneos se reduce. “El resultado es una selección menos competitiva, con implicaciones futuras sobre la preparación, el rendimiento y la cohesión de las unidades”, advierte el texto.

Además, la tendencia se refleja también en los procesos de promoción interna, donde algunos cuerpos registran un descenso de interés por ascender, especialmente entre tropa y marinería. El Observatorio subraya la necesidad de revisar los incentivos económicos y profesionales que animen a los militares de tropa a optar por una carrera de largo recorrido, en lugar de abandonar las Fuerzas Armadas al finalizar sus compromisos temporales.

Reclutamiento general y tropa profesional

Más allá del acceso a oficiales, el informe del OVM dedica un amplio apartado al reclutamiento general. En 2024, las plazas ofertadas para tropa y marinería se incrementaron en un 18 %, pero el número de solicitudes apenas aumentó. El resultado es una ratio solicitante/plaza que se mantiene en torno a 4,2, cuando hace solo dos años superaba las ocho solicitudes por vacante.

El Observatorio insiste en que esta tendencia puede comprometer los objetivos de cobertura de plantilla fijados por Defensa y afectar a la renovación generacional en las unidades. El texto recuerda que “las Fuerzas Armadas requieren un flujo constante de incorporación de jóvenes con perfiles técnicos y vocacionales”, algo que, según los datos de 2024, se está dificultando.

Condiciones profesionales y retención del talento

En otros apartados, el informe profundiza en la situación sociolaboral del personal militar y vincula el problema del reclutamiento con la retención de talento. Los datos reflejan un envejecimiento progresivo de la tropa y una escasa motivación entre los más jóvenes para prolongar su carrera más allá de los primeros años de servicio.

El OVM advierte de que el sistema actual de compromiso temporal, que obliga a muchos militares a abandonar las Fuerzas Armadas a los 45 años, sigue siendo una de las principales debilidades estructurales del modelo. La falta de salidas laborales estables para quienes finalizan su servicio agrava la percepción de inestabilidad, desincentivando nuevas incorporaciones.

En este sentido, el Observatorio recomienda reforzar los programas de formación continua, la homologación de titulaciones civiles y las políticas de reincorporación al mercado laboral. También reclama una mejora en las condiciones de vida en los destinos, el acceso a vivienda y la conciliación familiar, cuestiones que considera determinantes para atraer y mantener el talento.

Riesgos de futuro y recomendaciones

El informe de 2024 cierra su análisis alertando de que la tendencia descendente en las solicitudes “no es un fenómeno aislado”, sino un síntoma de un problema más profundo de percepción y atractivo de la institución militar. Si no se revierte, advierte el OVM, el impacto se dejará sentir en la calidad de la enseñanza militar, la disponibilidad operativa y el liderazgo de las Fuerzas Armadas españolas en el entorno internacional.

Entre sus recomendaciones, el Observatorio propone una revisión integral de las estrategias de comunicación y captación, con campañas más adaptadas al lenguaje y expectativas de los jóvenes, y la implicación de universidades, centros educativos y comunidades autónomas en la promoción del servicio militar profesional. También sugiere una actualización de los modelos de carrera, con mayores oportunidades de promoción, movilidad y especialización tecnológica.

El informe insiste, además, en que la modernización del material y la digitalización de las Fuerzas Armadas deben ir acompañadas de una transformación cultural que refuerce la motivación, el reconocimiento social y la estabilidad profesional de los militares.

Un aviso desde dentro

El Observatorio de la Vida Militar recuerda finalmente que el deterioro de las ratios de acceso no puede entenderse como una cuestión meramente estadística. “Se trata de un indicador de la capacidad del sistema para atraer y seleccionar el mejor talento disponible”, apunta el documento, que considera urgente reforzar la planificación de personal y coordinar las políticas de Defensa con las de Educación y Empleo.

En definitiva, el Informe Anual de 2024 lanza un mensaje de advertencia sobre el futuro del reclutamiento militar en España: más plazas, menos aspirantes y una competencia decreciente que, de no revertirse, podría debilitar la estructura profesional de las Fuerzas Armadas a medio plazo. Un diagnóstico que el Observatorio formula con claridad y que plantea a Defensa el desafío de rediseñar su política de personal en un contexto social y tecnológico en rápida transformación.

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