Uno de los pueblos más conocidos de Palencia es Ampudia, conocido por sus soportales, su castillo que es precioso y por su arquitectura castellana y ubicada en Tierra de Campos. Foto cogida de internet.
Llegamos a Ampudia cerca de las 12h y ya aprieta el calor con 30 grados. Paro para hacer una panorámica del pueblo.

Lo primero que hacemos es ir aparcar junto al Museo de Arte Sacro y la Colegiata de San Miguel donde había una señora hablando con un hombre y me dijo que no se podía hacer fotos, hice caso omiso y disimulando hice algunas fotos, no me entra en la cabeza que algo que es de todos no podamos disfrutarlo sin más, que nos prohíban hacer fotos y más coraje me da cuando cobran por entrar a ver las iglesias, algunas es que no merecen ni pagar un euro y las que lo merecen, que pongan un precio simbólico de uno o dos euros, no de ocho, diez o doce euros o más, una barbaridad, menos mal que ésta era gratis entrar. Voy a otros países y por ver cosas más impresionantes no pago nada o un precio mínimo y en España te cobran un dineral por cualquier cosa y los castillos más de lo mismo. Dicho todo esto, comenzamos la visita de la Colegiata de San Miguel que comenzó a construirse en el siglo XII, culminando en el XVI. De estilo gótico renacentista, se compone de un templo y una torre, conocida como la Giralda de Campos por su espectacular belleza. La torre se compone de siete cuerpos separados por impostas y se asienta sobre una construcción románica. La construcción se completó entre 1541/1561. Alcanza los 63 metros de altura.

En su interior se alberga numerosas piezas de imaginería y relieve. Como nota curiosa diré que el 20 de agosto de 1954, parte de la iglesia se derrumbó estrepitosamente. Las obras de reconstrucción duraron cuatro años, durante los cuales, el culto se celebró en la Ermita de La Cruz, edificio donde actualmente se encuentra el Ayuntamiento de la Villa.


Dentro de la Colegiata te encuentras una preciosa maqueta de madera echa por un anciano de unos 90 años, Sebastían Vaquero Rodríguez, él está por allí para explicarte lo que quieras sobre la maqueta

Continuamos por sus dos calles más conocidas como Corredera y Ontiveros donde se encuentran las casas porticadas, muy bien conservadas y dándoles un aire muy castellano. Las casas reposan en rústicos troncos de árboles o columnas de piedra formando una estructura de soportales que se mantienen en pie desde el siglo XVII pero algunos postes datan del siglo XIII. Estos soportales servían para resguardarse del frío y las inclemencias del tiempo.



En tiempos de Felipe III, Ampudia posee la feria franca, que es no pagar impuestos por vender y es en estas calles porticadas donde se ponían los comerciantes a vender sus productos.

Bonito rincón donde se juntan las dos calles de Corredera y Ontiveros, donde hay una pequeña plazuela con bancos y árboles.


Las casas suelen tener dos alturas y la mayoría son de adobe y ladrillo. Posteriormente se encalaron y en la actualidad suelen pintarse en tonos ocres y beige.

Pequeño altar que se puede ver en una de las fachadas.

Llegamos hasta la oficina de turismo donde se exponía una exposición de artículos de labranza tallados en madera.




También había réplicas de otros monumentos en madera, me da la impresión que todo esto lo ha echo el mismo señor que os comenté antes de la réplica de la Colegiata, no me di cuenta de preguntárselo a la chica de la oficina de turismo.



También tenían una exposición de fotografías que nos impresionó mucho ya que en algunas fotos vimos como las mujeres iban tapadas de medio cuerpo tipo burka y con bebés en brazos, pensamos que sería porque eran madres solteras o viudas, pues ni lo uno ni lo otro, esto sí se lo preguntamos a la chica de la Oficina de Turismo y nos dijo que para no restarle protagonismo a los niños se tapaban la cara para que el fotógrafo sólo les sacase a ellos, interesante pero a la vez raro

Traje regional típico de la zona.

Cogemos el coche que hacía demasiada calor y un poco de aire acondicionado no viene mal y nos vamos a la zona del castillo que no está demasiado lejos pero la calor nos obliga a ir en coche. En esta zona encontramos algo más de gente. Primera estampa del castillo y la fuente que lo precede.

El Castillo de Ampudia, es una de las mejores edificaciones fortificadas de la provincia de Palencia. Se emplaza sobre un ligero altozano desde donde se puede divisar toda la localidad ampudiana.



La fortaleza se construye entre los siglos XIII/XIV, cuando los influjos de la arquitectura gótica inundaba la provincia de dicho estilo artístico. El castillo fue declarado Monumento Nacional el 3 de julio de 1931 y tras años de abandono en 1960 fue adquirido por Eugenio Fontaneda, quien inicio un profundo proceso de restauración. El castillo tiene denominación de Castillo Señorial Castellano y no me extraña porque es precioso.


En origen se configura en planta trapezoidal, con tres torres cuadradas en las esquinas, la mayor se corresponde con la torre del homenaje. Tanta es la historia custodiada entre sus piedras que a intramuros se llevó a cabo la firma del documento que certificó el cambio de capitalidad de Valladolid a Madrid.


No entramos a ver el castillo porque costaba 4 euros, no es muy caro pero imagino que como todos, no te enseñan de la misa la mitad, luego nos lo confirmaron unos del pueblo. Pues ahora viendo fotos de internet al hacer el diario, veo que si hubiera merecido la pena una visita por dentro, jajajajaja, otra vez será. Compramos algo para comer en un supermercado cercano y decidimos comer en la zona del castillo, que mejor entorno que este. Bordeando el castillo están las bodegas-cuevas.

Vemos a un señor y le pregunto si nos enseña la bodega y muy amable así lo hace, son dos hombres de unos 70 y 80 años que nos las enseñaron encantados y con mucha simpatía. La bodega era bastante grande y nos iban explicando todo, nos dejaron hacer algunas fotos





Después de enseñarnos la bodega estuvimos bastante rato hablando con ellos y muy amables nos invitaban a comer, beber, queso y arroz que iban hacer después y al final con tanto rollo nos quedamos a comer con ellos, jajajajjaa, nosotras sacamos nuestro pan, embutido y las ganas de zampar y ellos pusieron la mesa, la cueva, la bebida, el queso curado y la amabilidad...GRACIAS, por más gente sencilla que te da todo a cambio de nada. Después de una hora en la cueva con los señores, nos despedimos de ellos y volteamos el castillo para terminar de verlo.



Después de dos horas y media en Ampudia, nos vamos a nuestro próximo destino con el estomago lleno y mucha calor
Texto y Fotos: MONTSE CASCALES