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 Comandante Jose Manuel Corral Peon. marca de agua

El pasado 25 de noviembre se cumplieron 80 años desde la recuperación del empleo de Cabo 1º en la Guardia Civil, un rango que, en sus orígenes, estaba destinado a ostentar el cargo de Comandante de Puesto, una de las responsabilidades más importantes dentro de la estructura de la institución.

Una mirada a la historia

Desde su fundación en 1844, la Guardia Civil ha contado con el empleo de Cabo. No obstante, a lo largo del tiempo, el rango de Cabo 1º desapareció en ciertas etapas, como ocurrió durante el gobierno del general Miguel Primo de Rivera, cuando el Ministro de la Guerra, el coronel de Caballería Juan O'Donnell, determinó su eliminación. Sin embargo, al haberse creado el citado empleo en el Ejército y debido a la importancia de los Comandantes de Puesto en la organización del Cuerpo, el 25 de noviembre de 1944 se restableció el empleo de Cabo 1º en la Guardia Civil, encargándoles el mando de estas unidades fundamentales.

A pesar de las modificaciones que con el tiempo llevaron a que los Cabos fuesen considerados meros auxiliares del mando, el Real Decreto 176/2022, de 4 de marzo, por el que se aprueba el Código de Conducta del personal de la Guardia Civil, reconoce expresamente el empleo de Cabo como el primer escalón de mando dentro de la jerarquía institucional. Esto reafirma la importancia de este grado, otorgándole el lugar que merece dentro de la estructura de la institución.

Un recuerdo personal: Tradición y Vocación

La conmemoración de este aniversario me llevó inevitablemente a evocar recuerdos familiares y personales ligados a este empleo.

Uno de los más significativos me transporta al año 1964, cuando mi padre aprobó los exámenes para ascender a Cabo, estando destinado en el Puesto de Santa Comba (A Coruña). Su dedicación, esfuerzo y sacrificio al preparar el programa de ascenso fueron para mí un ejemplo a seguir. Aún guardo con cariño las cartas que nos enviaba durante el curso, en las que compartía su entusiasmo, a pesar de los desafíos, como subir y bajar repetidamente los numerosos peldaños de las escaleras del Centro de Instrucción de la Dirección General.

El recuerdo más entrañable, considerando mi corta edad en aquel entonces, era que, en su nuevo destino, yo pasaba a ser "el hijo del Cabo", lo que me otorgaba un estatus especial entre los niños del cuartel.

Catorce años después, me ilusionaba repetir la experiencia de mi padre al enfrentarme a mi propio ascenso a Cabo. Aunque las circunstancias hicieron que apenas tuviera la oportunidad de subir aquellas mismas escaleras antes de ser trasladado a la Academia de Cabos de Guadarrama, el hecho de iniciar mi formación en el mismo lugar que mi padre pisó años antes fue una vivencia profundamente emotiva.

La experiencia en la Academia de Cabos de Guadarrama

Guardo gratos recuerdos del curso en la Academia de Guadarrama. A pesar del frío extremo, las tareas adicionales, como la recolección de hojas o el refuerzo de la seguridad en entidades bancarias en Madrid, e incluso el tiempo que pasamos prestando servicio en la cárcel de Carabanchel, logramos compatibilizar todo con la exigente formación académica y las valiosas enseñanzas de nuestros instructores.

El empleo de Cabo es, sin duda, uno de los ascensos más significativos dentro de la jerarquía de la Guardia Civil. Marca el inicio del camino en la escala de mando, con todas las responsabilidades que ello implica. En tiempos pasados, ser Cabo y Comandante de Puesto significaba no solo dirigir la unidad, sino también asumir la enorme responsabilidad de gestionar los recursos y velar por la seguridad de la población. Tanto es así que era costumbre que los nuevos Cabos adquirieran su propia máquina de escribir para hacer frente a las tareas administrativas del Puesto, lo que nos da una idea del esfuerzo personal que se requería en aquella época.

Reflexión final

Este artículo pretende rendir homenaje a todos los Cabos de la Guardia Civil, pasados, presentes y futuros. A aquellos que, con esfuerzo y dedicación, han contribuido a la excelencia de la institución.

A quienes hoy ostentan este empleo, los animo a seguir trabajando con el mismo espíritu de entrega y superación que ha caracterizado a los Cabos a lo largo de la historia. Porque, contrariamente a lo que algunos puedan pensar, no todo está inventado. La Guardia Civil se construye día a día con el compromiso, la lealtad y la vocación de servicio de quienes la integran.

Como dijo el general Narváez al Duque de Ahumada en referencia a un Cabo 1º que demostró su firmeza y responsabilidad en un momento crucial del servicio: "Estos son los hombres que España necesita"

José Manuel Corral Peón
Comandante (r) Guardia Civil